A casi un año del accidente Schumacher se mantiene en silla de ruedas y sin poder hablar

Las que tenían que ser unas apacibles vacaciones de esquí con su familia se tornaron en drama el 29 de diciembre del 2013. Una piedra en el camino del alemán Michael Schumacher encogió el corazón del mundo deportivo. 

La leyenda alemana de la Fórmula 1 se enfrenta desde hace casi un año a la batalla más difícil. Con toda una vida rozando el peligro a más de 300 kilómetros hora, nadie podía imaginarse que el heptacampeón del mundo acabaría postrado en una cama por un accidente de esquí. 

Luego de nueve meses en los hospitales de Grenoble y Lausana, Schumacher regresó a su hogar pero su estado no es nada bueno. "Está mejor, pero todo es relativo. Se encuentra en una silla de ruedas, paralizado y con problemas de memoria. Además no puede hablar", contó el expiloto francés Philippe Streiff, una de las últimas personas que lo visitó, según consignó el diario Marca.

"Va a ser una recuperación lenta y difícil. No sabemos cuánto durará", reconoce su portavoz Sabine Kehm. "Estar junto a la familia va a permitir que se recupere más rápido, pero será difícil", afirma Streiff, que reconoce además que Schumacher podía comunicarse con los suyos, pero sólo visualmente.

Según el diario español, hay sponsors que están pensando en cortar su relación comercial con el alemán como las firmas de moda Navyboot y Jet Set, que según el diario suizo Nordwestschweiz ya no están vinculadas a él.

El día de accidente 

Schumacher compartía su pasión por el deporte blanco con toda su familia. Sin embargo, su decisión de esquiar fuera de pista el pasado 29 de diciembre en la estación francesa de Méribel acompañado de uno de sus hijos casi le cuesta la vida. 

Durante el descenso tropezó y se estrelló la cabeza contra una piedra. El casco, que se partió, impidió que muriera de inmediato. Pero a partir de ese momento comenzó una larga lucha por sobrevivir. 

El mito de la Fórmula 1 fue trasladado en helicóptero a la Clínica Universitaria de Grenoble, fue operado dos veces de urgencia y los médicos decidieron inducirle un coma. La noticia conmocionó al mundo días antes del nuevo año. Los mensajes de apoyo inundaron durante semanas las redes sociales. 

"La canciller Angela Merkel y los miembros del gobierno están muy conmocionados, al igual que millones de alemanes, por el grave accidente de Michael Schumacher", declaró el portavoz del gobierno, Steffen Seibert. 

"Rezamos, deseamos, esperamos que ocurra un milagro y que despierte el mismo que era antes", comentó el piloto alemán Sebastian Vettel sobre su amigo e ídolo de la infancia. A pesar del debate que se originó sobre las causas del accidente, la justicia francesa dictaminó que Schumacher, padre de dos hijos, esquiaba "a velocidad normal" y que eligió "deliberadamente ir fuera de pista". 

Su familia se cerró en torno a él y las informaciones sobre su delicado estado de salud comenzaron a salir a cuentagotas a través de su mánager, Sabine Kehm. Los periodistas acamparon a las puertas del hospital. Uno de ellos llegó a intentar burlar las medidas de seguridad disfrazado de cura. La presión mediática se incrementó hasta tal punto que su esposa, Corinna, se vio obligada a pedir que dejaran tranquila a la familia y, sobre todo, a los médicos. 

El mundo del deporte tuvo que esperar hasta mediados de junio para oír la noticia que tanto esperaba. "Michael dejó el hospital de Grenoble para continuar con su larga fase de rehabilitación. Ya no está en coma", informó Kehm. El legendario ex piloto de 45 años, retirado de las pistas desde 2012, fue trasladado primero al hospital de Lausana, en Suiza, y después a su casa en la localidad suiza de Gland, a orillas del Lago de Ginebra. "Ahora comienza una fase que probablemente requerirá mucho tiempo", escribió su esposa en una carta de agradecimiento a los aficionados. 

"En los últimos meses y semanas mostró buenos avances, pero aún tiene un largo y duro camino por delante", agregó Kehm. 

Schumacher, que acumuló siete campeonatos mundiales, 91 victorias y 68 "pole position" entre 1991 y 2006 cumplirá el 3 de enero 46 años, en una silla de ruedas, paralizado, con problemas de memoria y sin poder hablar, según el ex piloto de Fórmula 1 francés Philippe Streiff, que lo vistó en su casa. 

Con motivo de su cumpleaños el músico de Hamburgo Sascha Herchenbach interpretará la canción escrita para el ex piloto, "Born to fight" (Nacido para luchar), en un restaurante en la ciudad natal de "Schumi", Kerpen, en el estado de Renania del Norte Westfalia. 

Ese día sus seguidores brindarán a la salud del que fuera el rey de la máxima categoría del automovilismo y que llevó al diario deportivo italiano "La Gazzetta dello Sport" a escibir: "Él es la Fórmula 1" tras conseguir su séptimo título mundial en 2004 y su quinto consecutivo. 

El accidente de Schumacher fue símbolo de un año oscuro para la Fórmula 1 en Alemania. Sebastian Vettel, ganador de cuatro mundiales consecutivos entre 2010 y 2013 con su Red Bull, tuvo una temporada gris en la que sólo acabó quinto. 

Pero el destino dio un nuevo giro cuando el piloto de 27 años fichó por Ferrari para la próxima temporada. Vettel cumplió así no sólo un sueño de su infancia: también asumió el reto de triunfar en la escudería en la que el propio Schumacher hizo historia.