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Munir El Haddadi, el joven delantero que todos querían y prefirió al Barcelona

Con velocidad y gol irrumpe en el Barcelona, Munir El Haddadi el delantero de 18 años que se vino de Madrid, porque escogió a los azulgranas cuando había pasado por el Atlético de Madrid, que lo prestó y en ese lapso encandilló  a muchos clubes como los colchoneros, el propio Real Madrid, pero este hijo de padre marroquí y madre española tenía otros planes.

 

Munir El Haddadi Mohamed  que  deportivamente es  conocido como Munir El Haddadi de 18 años , es un futbolista español de ascendencia marroquí por parte de padre y de madre  española de la ciudad autónoma de Melilla, ubicada al norte de Africa frente al Mar Mediterráneo.

Empezó su carrera en los barrios de Madrid en donde ya se destacaba, por lo que su padre decidió llevarlo al C. D. Galapagar debido a que quedaba cerca de su casa, desde el cual pasó al Santana y de allí fue descubierto por el Atlético de Madrid. Los colchoneros decidieron cederlo al Cadete "A" del C. F. Rayo Majadahonda, en donde explotó con una gran temporada en la que marcó 32 goles en 29 encuentros. Esos números hicieron despertar el interés de grandes equipos como Rayo Vallecano, Getafe, Osasuna, Manchester City y Real Madrid quienes le hicieron grandes ofertas, pero Munir finalmente se decantó por la cantera del Fútbol Club Barcelona.

 

Munir se abre camino en el Barça con sencillez, esfuerzo y goles al primer toque | Tímido y humilde, el club ha ideado un plan para proteger a El Haddadi de la atención mediática | Con 16 años dejó Madrid y antes de entrar en la Masia pasó por el peluquero y el dentista

 

Los ojos verdes de Munir el Haddadi engañan. Detrás de esa mirada pura y dócil se esconde un futbolista maduro, para nada infantil o inocente. Porque Munir (1/IX/1995) tiene la facultad de sorprender. Como dejó pasmado a Tyton con una vaselina en el Camp Nou o igual que cogió desprevenido al portero del Benfica en la final de la Youth League disparando desde el centro del campo. Así es como ha ido quemando las etapas en el fútbol base del Barcelona, aportando más de lo que se esperaba de él. Así convenció también a Luis Enrique. "Entrena mejor que juega", constata el técnico asturiano, asombrado por su gol en su debut oficial.

 

En estos tres años en la cantera del Barça, dos en el Juvenil B, tres cuartos de temporada en el Juvenil A y el final del curso pasado en el Barça B -11 partidos, 4 goles-, se ha ganado fama de invitado sorpresa. Aunque a él, todos los elogios no se le suben a la cabeza. "Soy muy feliz con el momento que estoy viviendo, sin olvidar que soy jugador del filial". De hecho, el club ha ideado un plan para alejarlo y protegerlo de la atención mediática.

 

Luis Enrique tampoco lo conocía ya que sus caminos se cruzaron pero se ha quedado prendado. El mismo verano que el entrenador se fue Roma, en el 2011, Munir llegaba procedente del Rayo de Majadahonda con 16 años. 

 

Allí había marcado 32 goles en 29 partidos, en especial tres en un Brunete-Majadahonda (0-4) en el que el Barça estaba en la grada, alertado por el informe de un ojeador de la zona. El espía fue Francesc Garcia Pimienta, que dio el visto bueno después de un hat trick: un gol con la zurda, otro de cabeza y el tercero con la derecha. "Tuvo una actuación espectacular. El partido no era de gran nivel pero lo que hizo fue de jugador especial", recuerdan quienes lo vieron.

 

En el informe se hablaba de un jugador algo asilvestrado. En su fútbol por ser muy intuitivo pero también en su aspecto. Antes de entrar en la Masia le cortaron la melena que lucía y pasó por el dentista para corregir algunas malformaciones. Todo para que se centrase en jugar y mejorar.

 

En la Masia se adaptó bien pese a que la familia se quedó en Madrid. Su padre es de Tetuán y su madre de Melilla, pero él nació en El Escorial. Ellos siguen viviendo en Galapagar, donde Munir dio sus primeros pasos en el fútbol y empezó a destacar al marcar 90 goles en un curso. En la residencia, el paraguayo Tony Sanabria -ahora en el Roma- fue uno de sus compañeros de habitación. "Es un buen chico, amigo de todos", dicen los que le han tratado. Ahora Munir ya vive solo en un piso. Y en los entrenamientos del primer equipo siempre busca la compañía de Sandro Ramírez, y Adama cuando está, y se muestra respetuoso con los cracks, con los que sí que ha subido fotos a Instagram.

 

Miembro de la exitosa generación del 95, curiosamente en el juvenil B su entrenador fue García Pimienta. En el primer curso el madrileño anotó 22 goles. "En el segundo ya era la estrella del equipo", apuntan en la cantera. Y en el Juvenil A de Jordi Vinyals se hinchó a marcar la diferencia con 11 goles en diez partidos de la Youth League porque cuanto mayor es el desafío, más rinde. Y ya ha debutado con la selección española sub-19 pese a sus raíces marroquíes.

 

"Con nosotros hizo lo mismo", corrobora Eusebio Sacristán, técnico del filial. "Apareció en Navidad y tuvo una irrupción fantástica. Hizo goles y demostró buena mentalidad. No tiembla ante nada. Por eso creo que está preparado", aplaude Eusebio, que vaticina que "Munir estará más con el primer equipo que con en el B". De momento, el delantero renovó hasta el 2017 y tiene una cláusula de 12 millones que serán 35 si llega a tener ficha del A.

 

Luis Enrique quiere que siga ganándose cada minuto y el chico dice que presiona porque "desde pequeño me ha gustado correr y me sale de dentro". Este verano promedia un gol cada hora (cuatro en amistosos y uno oficial), todos al primer toque. No necesita más. "Siempre se mueve cerca de la portería y tiene el gol en la cabeza. Aunque si necesita hacer una jugada, la hará", analizan los técnicos. Pero ya se sabe que no hay nada que sorprenda más que un remate al primer toque. Como la vaselina al Elche.