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La gran carrera que dejó el francés Thierry Henry

Uno de los grandes jugadores en la historia del futbol francés le puso punto final a su carrera. Se trata de Thierry Henry, quien ganó 16 título y consiguió 360 goles. 

Henry Es el máximo artillero de la historia del Arsenal y la selección francesa

Cuenta Henry en su carta de despedida que su carrera fue un "viaje increíble" desde la primera mañana en que abrió los ojos, en un suburbio de París, acompañado por un padre nacido en Guadalupe y una madre criada en Martinica, hasta que dijo adiós tras pasar 20 años bailando claqué. El hechicero de Highbury se despidió sin lagrimas en los ojos, pero dejando cientos de recopilaciones con sus goles en Youtube; su legado inmediato, el que trasmitirá a las próximas generaciones. Porque su historia se ha cerrado con el mejor candado: 16 títulos y 360 dianas en un total de 792 partidos. ¿Se puede pedir más?

El valor de sus números, pasados los años, se antoja incalculable. No es más que el resumen individualista de un niño que creció creyendo en el colectivo. "Yo vi a Michael Jordan anotando 60 puntos cada partido al principio de su carrera. Después, junto a Scottie Pippen y Horace Grant, en Chicago, dejó de anotar tanto, pero empezó a ganar títulos. Toda estrella necesita a un colectivo a su alrededor", declaró en una entrevista a The Telegraph. Y con esa idea interiorizada, deslumbró en el Clairefontaine, donde coincidió con Trezeguet en la delantera, y poco después en el Mónaco, dejando para el recuerdo 28 goles.

Su potencial deslumbró a la Juventus, pero sólo fugazmente. En Italia pasó sólo seis meses de su carrera deportiva, los peores seguramente. Henry supo pronto que allí no triunfaría y aceptó la llamada de su compatriota Wenger. Por 13 millones de euros llegó a Londres. Muy poco dinero si se repasa su rendimiento. Firmó con el Arsenal para acompañar a Bergkamp en punta y tuvo que cambiar su posición. Arsène lo colocó en la izquierda, a pierna cambiada, pero dándole libertad para moverse por todo el frente de ataque. Y el mago de Highbury no decepcionó. En sus ocho temporadas, anotó 228 goles y se convirtió en el máximo artillero de la historia de los 'Gunners', ganando dos Premier (2002 y 2003), dos Community Shield (1999 y 2002) y dos Copas de Inglaterra (2002 y 2003).

Henry llegó a Highbury y se despidió en el Emirates Stadium, donde su baile dejó de poner música a las noches europeas, pero su figura quedó retratada en la imponente fachada del estadio británico, abrazado a la historia que dejó tras de sí. Dijo adiós y puso rumbo a Barcelona para ganar la Champions League, el único título importante que le quedaba por levantar. Y no falló. Tras una primera temporada gris, fue partícipe junto a Guardiola en la consecución del sextete, marcando dos goles en el 2-6 del Bernabéu. Su baile fue perdiendo fuerza desde entonces y decidió irse a hacer las Américas, pero con un discurso de Pep grabado en la memoria: "Teníamos una identidad. Una de las charlas más bonitas que he escuchado la hizo Guardiola antes de ganar la Copa de Europa en 2009. Él dijo: 'Chicos, todo lo que quiero es que al final del partido los aficionados digan que hemos jugado al fútbol. Lo único que no quiero que perdamos esta noche es la identidad. Que tengáis un buen partido". El resultado es de sobra conocido.

Con ese recuerdo, el bailarín de claqué agotó sus zapatos en la MLS con el New York Red Bull a nivel de clubes. Porque de la selección francesa se fue como máximo artillero (51 goles), segundo jugador con más internacionalidades (123), una Copa del Mundo (1998), una Eurocopa (2000) y una Copa Confederaciones (2003). Con 16 títulos, dicen que se pensó durante unos días si retirarse o seguir jugando al fútbol, pero sus pies dijeron que no. "Espero que ustedes tengan el mismo placer de verme en pantalla -será comentarista en Sky Sports-, que el que tuve yo jugando al otro lado". Hasta otra Monseiur Thierry.

Fuente: Diario El Mundo