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Gran promesa del futbol estadounidense espera brillar en Premundial sub17

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El delanatero Haji Wright es un jugador del Galaxy que lidera la selección de Estados Unidos sub17 que se prepara para el premundial de la Concacaf rumbo al Mundial Chile 2015.  

El Premundial se jugará en Honduras. La selección de Costa Rica está en el grupo A junto con México, Santa Lucía, Canadá, Haití y Panamá. 

El grupo A está conformado por: Honduras, Estados Unidos, Cuba, Trinidad y Tobago, Guatemala y Jamaica. 

Haji tiene 16 años y el año anterior logró 18 anotaciones en 22 partidos. 

La FIFA le dedicó una nota en su sitio web titulada "Wright, ¿el anhelado mesías juvenil estadounidense?" y que te presentamos a continuación: 

Puede que su nombre todavía no nos suene, pero Haji Wright está llamado a ser la próxima figura del fútbol estadounidense. Este ariete alto y potente, canterano del Galaxy de Los Ángeles, destaca por sus enormes reflejos y su gran olfato de gol. Y no tiene más que 16 años.

Wright marcó 18 goles en 22 partidos el año pasado con la selección sub-17 de las barras y estrellas, además de dar siete asistencias para sus compañeros, unas estadísticas dignas de hacer que tanto los hinchas como los pronosticadores aficionados se lancen a escribir en sus teclados. 

Innumerables tuits y retuits cantan sus alabanzas, hablando de lo que podría llegar a ser y hacer, aunque pocos lo hayan visto jugar aún. Wright todavía no ha firmado ningún contrato profesional, pero su nombre ya estaba en boca de todos en vísperas del viaje a Honduras, donde disputará con sus compañeros el clasificatorio para la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA que arranca en octubre en Chile.

Pero, como le ocurre a todas las perlas del fútbol estadounidense, sobre él se cierne una sombra. La sombra de Freddy Adu.

Hace doce años, Adu, nacido en Ghana, causó sensación en la cita mundialista sub-17. Con apenas 13 años, en la localidad finlandesa de Lahti, con una imponente rampa de salto de esquí como telón de fondo, el jovencísimo prodigio vio puerta en los minutos iniciales del primer partido de Estados Unidos, ante la República de Corea. Y no se limitó a empujar la pelota al fondo de la red. Su tanto tampoco llegó simplemente por estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Adu detectó un pequeño hueco en la defensa surcoreana y superó, a la velocidad del rayo, las entradas desesperadas de hasta cuatro defensas, para luego batir al portero.

Demasiado alto, demasiado pronto

A continuación se convertiría en el profesional más joven de la historia del deporte estadounidense. Algunos incluso se atrevieron a compararlo, si bien de forma cauta, nada menos que con Pelé a su edad. Los intermediarios de la televisión se esforzaban por conseguir que el muchacho, recién entrado en la adolescencia, asistiese a todos los programas nacionales de entrevistas. La máquina publicitaria empezó a funcionar a pleno ritmo. Freddy Adu era 'el mesías' que estaba esperando el fútbol estadounidense. Sin embargo, en la actualidad su nombre es sinónimo de talento echado a perder. Su historia es un cuento con moraleja: hace poco prescindió de sus servicios el FK Jagodina serbio, su décimo club en diez temporadas. A sus 25 años, la implacable marea de este exigente deporte lo ha devuelto a la costa.

En los diez años transcurridos durante el meteórico ascenso y el largo declive de Adu, el fútbol ya se ha popularizado en el país. Ha surgido una nueva y pujante hinchada, que quiere que sus ídolos triunfen a lo grande. Estos hinchas viven en Internet y buscan incansablemente, por todas partes, a las mayores promesas, a gente con potencial para conducirlos a la gloria. Y creen que ése puede ser Haji Wright.

En el entorno del jugador intentan rebajar el entusiasmo, conscientes de que es uno más de los integrantes de una selección sub-17 que aspira a estar en Chile en unos meses. Hace dos años, al quedarse fuera de la edición de EAU, el combinado estadounidense se perdió por primera vez el torneo, que cumple ahora tres décadas de historia. “Wright es alto”, ha declarado Richie Williams, entrenador de los jóvenes norteamericanos -él mismo un pequeño y sacrificado veterano de la primera época de la MLS-, a Grantland, un sitio web que ni siquiera existía cuando Freddy Adu hizo añicos a la defensa coreana en 2003. “Es atlético. Técnicamente, es muy bueno. Tiene una gran capacidad para superar a los rivales. Tanto marca goles como da asistencias”.

Un rompecabezas juvenil

Del programa de formación sub-17 de Estados Unidos han salido no pocas figuras. La historia de Freddy Adu no es la única. También están DaMarcus Beasley, Eddie Johnson y Kyle Beckerman. O, muy especialmente, Landon Donovan. En 1999, Donovan —una leyenda del club actual de Wright, el Galaxy de Los Ángeles— fue elegido mejor jugador del torneo mundialista sub-17 de Nueva Zelanda, en el que los suyos fueron cuartos.

“Rebosa confianza”, ha afirmado Peter Vagenas, otro antiguo astro del Galaxy, quien conoce a Wright de primera mano, ya que es el responsable de la cantera del club angelino. “Presenta una combinación de técnica y condición física de bastante nivel”.

Al hablar de Wright, sus técnicos conjugan las alabanzas con la cautela, en un delicado equilibrio. Acelerador y freno. Quizás sea la lección de Freddy Adu, pero también es algo intrínseco al nivel sub-17. Se trata de una edad de transición. Elegir a las estrellas del futuro en canchas de la categoría juvenil es siempre complicado. Y por muchas conjeturas que se hagan no resultará más fácil, ni más preciso.

Wright, junto con Christian Pulisic, flamante fichaje del Borussia Dortmund, está dispuesto a hablar dentro de la cancha. Entre el 27 de febrero y el 12 de marzo, los estadounidenses se miden con los mejores de la CONCACAF —entre ellos la selección mexicana, doble campeona del mundo sub-17— en San Pedro Sula. Si terminan entre los cuatro primeros en Honduras, sellarían su pasaporte para Chile.