Mourinho rompe sequía de títulos tras conquistar la Copa de la Liga

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El técnico Jose Mourinho ya ganó el primer título en su regreso al Chlesea de Inglaterra y ahora va por más: Premier League y Champions. 

Mourinho hizo un cambio simbólico en el tiempo de descuento de la final de la Copa de la Liga (Chelsea 2 Tottenham 0). Dio entrada a Didier Drogba por Diego Costa, (casi) autor del segundo gol del partido con la ayuda de un desvío de Kyle Walker. "¡Claro que el gol es mío! ¡He chutado!", se defendió después el ex Atlético en la zona mixta de Wembley. El hispanobrasileño elevó al máximo su intensidad competitiva en un gran escenario, incluido sus más y sus menos con jóvenes jugadores de los Spurs, como Dier o Bentaleb.

Un carácter guerrero que le ha hecho ganarse detractores en la prensa británica. Pero nadie le niega ese ímpetu decisivo ante la portería. Su capacidad para provocar el gol, y a los rivales, recuerda precisamente a la mejor versión de Drogba, un delantero que se zafaba de los centrales a codazos y también oportuno ante los tres palos. El marfileño marcó nueve tantos en finales coperas del Chelsea. Ayer Costa firmó en Wembley un primer capítulo en su particular reto de emular la leyenda de Drogba.

Los hinchas del Tottenham soñaban con una final a la medida de Harry Kane, el joven delantero inglés de 21 años que esta temporada se ha revelado como uno de los mejores atacantes de la Premier. Pero la gran esperanza patria quedó a la sombra de Costa y de un Chelsea cargado de oficio a la hora de manejar una final ante el joven equipo de Pochettino. Kane apenas tenía 14 años cuando acudió a Wembley con su familia hace siete años para ver al Tottenham de Juande Ramos ganar la Copa de la Liga, precisamente ante el Chelsea dirigido entonces por Avram Grant.

De aquel Chelsea apenas quedan jugadores de la vieja guarda. Uno de ellos, John Terry, nombrado Man of the Match, fue autor del primer gol y sabio director de una defensa que tuvo momentos de nerviosismo pero mantuvo a raya al rival. Mourinho optó por la cautela después de la goleada (5-3) encajada por su equipo en su última visita a White Hart Lane en Año Nuevo. Adelantó a un central como Kurt Zouma como acompañante de Cesc Fàbregas en el doble pivote ante la baja de Matic por sanción. El joven francés de 20 años, a quien Mourinho declaró "nuestro nuevo Marcel Desailly", fue determinante a la hora de desactivar al media punta danés Christian Eriksen, fundamental en el ataque del Tottenham.

Mourinho tenía razones para sentirse doblemente agraciado. Ayer ganó un trofeo menor que le permitió romper su particular sequía de títulos desde el inicio de su segunda era en el Chelsea la temporada pasada y que arrastraba desde La Liga de 2012 con el Real Madrid. Y encontró argumentos para pensar que está formando otra dinastía de jugadores blues con espíritu ganador y que tienen la Premier más cerca en el horizonte tras la derrota del Manchester City en Anfield.

Fuente: Diario el Mundo