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Jan Oblak, el portero más caro del mundo

El verano pasado, el Atlético de Madrid  recibió un email con una oferta concreta por Jan Oblak. El remitente era el Manchester United y ofrecía 35 millones en varios plazos. No era la cláusula (entonces estaba en 45), pero era más del doble que el club había pagado en el verano de 2014 al Benfica.

Una revalorización concretada en cuatro meses, los que van desde febrero hasta junio de 2015. Porque, desde ese verano de 2014 hasta febrero de 2015 fue suplente de Moyá al comenzar la temporada lesionado. Hoy, en cambio, el esloveno, uno de los grandes argumentos del Atlético para medirse al Barça, es el hombre más caro del club rojiblanco.

El portero más caro del mundo. Porque hace apenas un mes, el Atlético le amplió el contrato. Pasó de terminar en 2020 a hacerlo en 2021. Pasó de cobrar 1,5 millones netos a 3,5, manteniéndose la prima de 300.000 euros si jugaba más de cinco partidos al año que ya figuraba en el primer contrato y que reveló Football Leaks. Pero, sobre todo, pasó de costar -para quien lo quiera- 45 millones a costar 100. Sí, tal cual.

La cláusula de rescisión de Jan Oblak es de 100 millones de euros, la más alta de toda la plantilla del Atlético y, por supuesto, la más alta de un portero en todo el mundo del fútbol.«Sabíamos que lo valía», dicen en el Calderón horas antes de poner, hoy, rumbo a Barcelona. Simeone se lleva a todos los futbolistas como si fuera una final, incluidos Tiago y Giménez (el portugués ya fue a Eindhoven en el cruce de octavos).

Acude el Atlético al Camp Nou sin presión, habiendo cumplido los objetivos marcados desde los despachos con mucha antelación, y con el impulso anímico que supuso en el vestuario la victoria del Real Madrid el sábado. De alguna manera, ese triunfo significa que el Barça ya no es el equipo inabordable de antes.Esa tranquilidad que dan los objetivos cumplidos han hecho plantearse también la posibilidad de que Jan Oblak no juegue algunos partidos de Liga. El motivo es simple: lleva 15 goles en contra en 31 partidos, es el Zamora destacado, pero tiene a tiro el récord absoluto de la historia de la Liga, en poder de Liaño en el Deportivo del curso 93/94, que encajó 18 goles con un porcentaje de 0,47 por partido, el más bajo de siempre.

Su porcentaje, el de Oblak ahora, es de 0,48, pero si encaja menos de tres goles en los siete partidos de Liga que quedan, lo pulverizará.Es más, otra opción es que, si el Atlético tiene garantizada la tercera plaza (le saca al Villarreal 13 puntos), el portero pueda dejar de jugar en las últimas fechas para lograr ese objetivo. Sería la culminación de una temporada fantástica en la que el portero ha logrado hacer olvidar definitivamente a Courtois.Feliz en España, domina las lenguas eslavas, claro, pero también inglés, portugués y también castellano, ya con mucha soltura. Eso sí, es un tipo de pocas palabras. «Y mucho trabajo», ha contado alguna vez Simeone, que escucha siempre el tremendo portero que tiene entre manos de boca de Pablo Vercellone, su preparador específico. Hoy, ante el Barcelona, volverá a someterse a las pruebas más duras. No se le moverá un músculo de la cara. Tampoco se le movió el sábado, cuando cometió un error impropio en el gol del Betis.

Intrascendente en el marcador, sorprendió porque es, seguramente, el único que se le recuerda.A sus 23 años, el Atlético tiene atado a uno de los mejores porteros del mundo y con un margen de progresión, a decir de los expertos, enorme. Desde que, en enero de 2015, hizo una parada estratosférica a remate de cabeza de Ramos en un partido de Copa del Rey, nadie le tose. Tardó un poco más en hacerse con la titularidad, pero ahora se ha convertido en uno de los ídolos rojiblancos. Y, conviene subrayarlo, uno de los principales argumentos del Atlético en la noche de mañana.

Fuente: Diario El Mundo