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Presidente del Palermo ha hecho 56 cambios de técnicos al frente del club

PIPO GONZÁLEZ HA VISTO PASAR CUATRO ENTRENADORES ESTA TEMPORADA Y VIENE UN QUINTO

Palermo se queda sin técnico, una vez más

Iachini comenzó la temporada en el banquillo, fue fulminado en noviembre y sustituido por Davide Ballardini, pero éste también cayó porque, en palabras de Zamparini "quería quitar al portero (el capitán Sorrentino) sin mi permiso". El baile continuó con la llegada del argentino Guillermo Schelotto, que ni siquiera llegó a dirigir al equipo por carecer del permiso internacional para entrenar y se marchó a Boca Juniors. El presidente caníbal decidió entonces volver a llamar a Iachini, que ahora, tres semanas después, se marcha harto de su jefe.

"No quiere hablar con el club, está loco, ya no es él. ¿Acaso no puede un presidente decir nada sobre su equipo? Es una locura", dice Zamparini, que asegura intercambiar ideas siempre con sus entrenadores, pero se exculpa de forma peculiar: "No soy el único que hace las alineaciones".

"Iachini es un idiota" se despachaba en una radio italiana. "Hace jugar mal al equipo, suma una media de 0,7 puntos por partidos y no acepta que le digas '¡joder, intenta poner a los buenos en el campo!'". El equipo siciliano suma seis partidos consecutivos sin ganar, y varias de sus estrellas como el ex sevillista Enzo Maresca o el incansable Gilardino ya ven el descenso como una amenaza. Aunque en los 'rosaneros', los amenazados siempre son los técnicos. 56 cambios en los 29 años de Zamparini entre el Venecia y su actual club le han hecho ganarse el apodo de 'Hannibal Lecter', por su insaciable apetito.

"Los fans me admiran"

Siempre polémico, Zamparini afirma que los fans le admiran a sus 75 años y amenaza con irse la semana que viene, adelantando unos meses su adiós definitivo. Quien trajera de Argentina antes de venderlo a la Juve a Paulo Dybala, perla del fútbol europeo, 'sugirió' a Iachini recientemente que cambiara el esquema del equipo. El entrenador le contestó que no quería seguir leyendo ciertas cosas en la prensa, visto como una marioneta del patrón, y finalmente presentó la dimisión.

"Intenté que Sorrentino, el capitán, le convenciera de que vuelva. He rechazado su dimisión y quiero que vuelva mañana (el miércoles) al entrenamiento", algo que no ha sucedido. Aun así, lo seguirá intentando, porque nada es imposible para el presidente que en 2003 amenazó con "cortar los testículos a los jugadores, y comérmelos en mi ensalada si no paran de ser una mierda".