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Minor Vargas pide desde la cárcel intervención del gobierno costarricense

"ESTOY MEJOR QUE NUNCA" 

El ex directivo del futbol tico, Minor Vargas, brindó declaraciones desde la cárcel en Virginia Estados Unidos en donde tocó muchos temas. Señaló nuevamente que es inocente y considera que el presidente de  Costa Rica, Don Guillermo Solís, podría intervenir en su proceso. 

También dijo que el centro pentenciario lo "tratan" muy bien. 

"Siempre he sido un ciudadano ejemplar en Costa Rica, me sorprende que autoridades de Costa Rica me hayan hecho daño. Espero que se pueda enderezar con el presente gobierno de Costa Rica, desde el mismo Presidente de la República, con quien trabajé honestamente en la Universidad Nacional. Él podría intervenir, así como los ministros asesores, que me conocen muy bien, podrían enderezar esta situación", expresó Vargas al Diario Extra. 

Vargas descuenta una condena de 60 años. 

En Costa Rica Minor fue directivo en Saprissa, Brujas y Barrio México. 

 

Aquí la entrevista realizada por Diario Extra 

A lo largo del juicio usted dijo ser inocente, pese a los cargos que le imputaron. ¿Aún mantiene su inocencia, a pesar del fallo judicial?

- Claro que sí. Los cargos que me imputaron no eran para mí sino para la empresa que representaba, pero la fiscalía de alguna manera logró consolidar un caso en mi contra convenciendo a sus testigos. Sigo considerándome totalmente ajeno.

 ¿En qué estaban equivocadas las autoridades norteamericanas?

- El problema mío fue que PCI, la empresa que heredé, solo hacía negocio con otras empresas y nunca con personas, pero esas empresas a su vez son las que hacían negocio con individuos. Algunas, no todas, realizaron actos fraudulentos y de alguna forma las achacaron a la empresa que yo representaba. Además PCI tenía toda la parte legal con los contratos firmados en relación con las leyes de Inglaterra. El gobierno estadounidense decidió utilizar un error de las otras empresas para agarrarme.

 ¿A qué se refiere cuando menciona las leyes de Inglaterra?

- Toda la legislación y documentación de los bonos de PCI estaba basada en las leyes de Inglaterra, punto. Hacíamos negocio con otras empresas únicamente, pero (empresas) comenzaron a hacer negocios con personas. Debieron haber pedido autorización a PCI, pero nunca lo hicieron y nunca la obtuvieron. PCI se fundó bajo los estatutos de Inglaterra.

¿Entonces las empresas americanas que firmaron contratos con PCI sabían que funcionaban bajo legislación británica?

- Correcto. Estaba bien claro.

¿Por qué eso no salió a luz durante el juicio?

- Es posible que en algún momento lo haya dicho, pero la defensa no pensó que fuera importante. En realidad yo era la cara de la empresa, pero el origen del negocio fue el señor Harold con sus asesores. Yo nunca fui ni seré especialista, yo simplemente fui un economista que entendía el negocio y que podía encontrar una solución a la capitalización necesaria para sacarla avante, como efectivamente lo estábamos haciendo.

¿Cómo y por qué lo juzgaron en Virginia?

- Algunos recursos y transacciones fueron transmitidos a través del estado de Virginia cuando las empresas comenzaron a hacer negocio con individuos y las autoridades se agarraron de eso. Se sintieron con el poder legal de actuar, desafortunadamente no tomaron en cuenta que PCI nunca hizo negocio con individuos.

Durante el juicio trascendió que Jorge Castillo, contador de su empresa, le escribió un correo electrónico en el que le advertía que se “preparara para lo peor” y le aconsejó que “destruyera algunos documentos”. ¿Era eso una señal de que le seguían la pista?

- Pudo haber sido una señal, pero no lo interpreté de esa forma. Yo le dije a don Jorge que la empresa estaba haciendo lo correcto y que iba a salir adelante. Como presidente no lo hice. El abogado dijo que si yo lo hubiera destruido, no hubieran tenido un caso en mi contra. No destruí nada y eso fue una de las cosas principales para que me atacaran a mí directamente y lo usaron en mi contra.

El gobierno le congeló algunas cuentas bancarias y le quitó algunas propiedades. ¿Le queda alguna platilla por allí?

- Yo no tenía nada desde un principio. Estaba actuando en nombre de PCI, recogía dinero específico para gastos básicos y desarrollar algunas actividades deportivas, así como para cancelar los montos de algunas propiedades hipotecadas, debido a la carencia de líquidos. Había que hipotecarlas y poder ingresar recursos para solventarlas. Se ha dicho por allí que fueron hipotecas que se inventaron para sacarle plata, pero cualquier persona que se sienta con el derecho de probar si hay falsedad en eso puede probarlo. Yo no tengo nada que pueda decir que me quedó de esta situación.

Salió a la luz que la fiscalía obtuvo documentos del gobierno tico bajo un supuesto tratado que no existe. ¿Pretende hacer algo al respecto?

- Lo primero y de corazón te lo digo, siempre he sido un ciudadano ejemplar en Costa Rica, me sorprende que autoridades de Costa Rica me hayan hecho daño. Espero que se pueda enderezar con el presente gobierno de Costa Rica, desde el mismo Presidente de la República, con quien trabajé honestamente en la Universidad Nacional. Él podría intervenir, así como los ministros asesores, que me conocen muy bien, podrían enderezar esta situación. Quiero agradecer a quienes reconocieron su error. No puede ser que un país tan noble como Costa Rica le ha dado la razón a alguna gente que no sé con que criterios aportó información que no debería aportar. Espero que se resuelva esta situación, tengo otros medios para resolver este problema.

¿Qué otros medios pretende usar para resolver esta situación?

- Mediante la corrección natural que deberían darles representantes del Gobierno de Costa Rica para conmigo. Hay una solución importante que creo me va a llevar a Costa Rica pronto. Existe un tratado internacional de intercambio de prisioneros entre Costa Rica y Estados Unidos. Me pueden dar un arresto domiciliario por el tiempo que ellos consideren pertinente, pero con arresto domiciliario puedo hacer muchas cosas educativas con respecto al sistema penitenciario y educacional. 

Pero ¿qué pretende hacer legalmente?

- Mi familia está estudiando el mejor paso a seguir, pero están limitados por los pocos medios que tienen. Desde ese punto de vista la cooperación es importante entre el abogado Everhart, mi familia y el Gobierno de la República. Están conversando con la Dirección de Adaptación Social para ver qué posibilidades hay con el tratado internacional de intercambio de prisioneros. Tengo hermanas que han trabajado para el gobierno y conocen gente procurando mover ese asunto. Tengo una gran proyección, que antes de que cumpla los 65 años, en el 2016, estaré en Costa Rica.

¿Cree que hubo algún tipo de arreglo malicioso por parte de los gobiernos tico y gringo?

- No quisiera pensar eso bajo ninguna circunstancia, principio y creencia. Cuando alguien comete un error es por ignorancia, así que si alguien sabe que hizo eso puede corregirlo. Pero de ninguna manera me atrevería a juzgar a nadie de esa manera. Esas cosas que se hicieron fue por ignorancia, hasta de servilismo, que es un producto de la ignorancia al fin y al cabo.

Antes de su arresto en Nueva York, en enero del 2011, usted fue interrogado por autoridades de la Comisión de Valores de Texas. ¿Por qué decidió hacer escala en Nueva York cuando viajaba rumbo a Londres?

- Mira, Ponce, mi presencia ante la Comisión de Texas no era una interrogación, yo simplemente me reuní con autoridades de Texas para explicar lo que PCI estaba haciendo. Simplemente quería explicarles que mi trabajo era de limpiar su nombre y cumplir los compromisos adquiridos. Me reuní con abogados y otros personeros en Texas, nunca tuve ningún temor. Tenía un vuelo San José-Madrid-Londres, pero honestamente era más fácil viajar por Nueva York logísticamente.

¿Por qué su abogado no llamó ningún testigo a su favor?

- Como usted sabe, el abogado fue asignado por la Corte, él no tenía los recursos para cubrir todos los gastos de la defensa. De manera que no tenía tiempo para contactar a todos los nombres e información que le di. Era tanta la información que nos mandaba la fiscalía que él solo no podía, además se reunía conmigo cada 15 días más o menos por una hora solamente. Si existiera dinero hubiera ido a Costa Rica, hubiera traído testigos, en particular la esposa del dueño de PCI.

¿Por qué ella en particular?

- Ella pudo haber jugado un papel muy importante.

¿Cómo así?

- Siempre tuve una buena relación con ella, me conocía muy bien. Me correspondía pasarles dinero a ella y su hija, de igual manera a su hermana. Ella pudo haber testificado a favor de mi carácter, hubiera dicho “don Minor no es la persona que ustedes dicen, él fue contratado como consultor, como un colaborador”.

¿Qué ha escuchado en cuanto al Grupo Icono? ¿Lo han reestructurado?

- No me han comunicado en esos asuntos, mis hijos han colaborado de buena fe por el interés que han tenido en resolver esos asuntos. No he tenido la capacidad de intervenir. En la vida algunas veces unos pierden y otros ganan, pero en términos de reestructuración eso sería nuevo para mí. Sin embargo lo más que puedo decir es que le pido a Dios por la gente afectada, no solamente que esté bien sino que en el momento que yo pueda voy a hacer todo lo posible para recompensar lo que se ha perdido.

¿Después de casi cuatro años en prisión cómo está de salud?

- Estoy mejor que nunca, no solo en lo físico, pues el médico me encuentra muy bien, sino espiritualmente. En ese sentido he fortalecido mi fe en Dios, Él está totalmente a mi lado; nunca fui una persona tan buena como ahora, tengo más esperanza en que las cosas van a salir bien. El tiempo ha dejado de contar para mí, lo que cuenta es la fe que tengo en que las cosas se van a resolver. Sí ha habido daños que se puedan compensar, sobre todo me alegra que mi familia ha salido adelante. Estoy mejor que nunca, extraño la gente, las cosas positivas, por lo demás estoy muy bien.

¿Cómo es la comida?

- Para mí es buena, pues tengo una dieta vegetariana. Como frutas, en especial bananos. Cuando como bananos siempre me acuerdo de Costa Rica y le agradezco a Dios.

¿Cómo lo tratan en prisión, las autoridades y los prisioneros?

- Cada día mejor. A pesar de ser una prisión de máxima seguridad me tratan muy bien. Estoy involucrado en actividades educativas, leyendo, escribiendo y estudiando, sabiendo respetar a todos. Estoy aquí con gente que ha sido muy peligrosa, gente violenta, pero a pesar de todo conmigo muestra un buen nivel de respeto, hasta le ayudo a prepararse para el examen de bachillerato por madurez. De seguro me van a mover de aquí.

¿Qué quiere decir con “mover”? ¿Lo van a trasladar de prisión? 

- Sí. El juez mandó una carta hace dos o tres meses al superintendente de la prisión pidiendo que me trasladen a una de mínima seguridad. Eso fue una iniciativa de mi abogado, pues le contaba que siempre tienen encerronas aquí por ser un lugar de alta seguridad, así que él habló con el juez diciéndole que mi situación legal tiene que ver con negocios y cuestiones académicas y de ninguna manera con actos violentos. 

¿Qué más recomendó el juez?

- Nada más. Es una recomendación fuerte que está en estudio de las autoridades de la prisión. El juez se mostró muy sorprendido por mi comportamiento. En la carta dijo que le sorprende sobremanera que no apelé su decisión y que lo tomé con calma.

¿Se comunica con su familia frecuentemente?

- Claro que sí, casi todos los días. Mi familia ha sido mi bastión, al igual que gente cercana, amigos que me han fortalecido en la parte espiritual y emocional. Tenemos la oportunidad de servicio de correo electrónico y me comunico con ellos muy a menudo. Además me mandan alguillo de platica para que pueda comprar ciertas cosas en el comisariato. Estoy seguro de que las cosas van a salir bien.

¿Le ha escrito algún amigo o socio?

- He tenido contactos con amigos, socios no. A nivel deportivo solo algunas personas, muy contadas, más como amigos. A algunos jugadores y entrenadores que trabajaron conmigo también les agradezco mucho por el contacto a través de mis hijos.

Durante la entrevista con Vargas, que se llevó a cabo bajo un estricto nivel de seguridad en la prisión, se escucharon llantos y suspiros cuando el costarricense hablaba de su familia y su fe en Dios.