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Uno de los hombres más gordos del mundo y su triste historia

Puede ser una imagen de una persona y barba

A sus 39 años en el año 2012 falleció uno de los hombres más gordos del mundo, detrás de ese año hay una historia muy triste que lo llevó hasta esa noche de noviembre donde dejó respirar y le dijo adiós a una vida de mucho sufrimiento.

Después de 7 años sin poder caminar, Ricky Naputi, buscó ayuda, pero fue muy tarde, ya que sus 900 libras lo dejaron sin respirar y acabaron con su vida.

"Estoy tan deprimido. Me he quedado atrapado en esta cama todos los días. Ni siquiera puedo levantarme y caminar, ni siquiera puedo ducharme, ni siquiera puedo hacer nada por mí mismo. La última vez que salí y disfruté fue hace siete años”, mencionaba en sus últimos días.

Su muerte fue a causa de Obesidad Mórbida y su historia fue contada por su familia en un documental de TLC.

Resumen de Documental de TLC (Daily Star)

Ricky era un niño de tamaño normal, pero cuando era adolescente su peso se disparó a 200 libras. En el documental, su hermana, Tammy, dijo: "Nuestra mamá nos mostró afecto a través de la comida".

Debido a su tamaño, Ricky era un blanco fácil para los matones del patio de la escuela. Tiempo atrás el mencionó: “Cuando iba a la escuela, la odiaba. Solían burlarse de mí. Realmente te pasa factura”.

Ricky sufrió depresión cuando tenía 20 años y se convirtió en el portero de un club nocturno. Allí pasó por un período de consumo de drogas ilegales y cuando tenía 30 años pesaba más de 300 kilos.

Pero en 2004, conoció al amor de su vida, Cheryl. En ese momento ya pesaba 50 kilos y pesaba 700 libras. Cheryl, su esposa dijo: "Cuando Ricky y yo nos juntamos, él ya era un hombre grande, así que cuando me pidió que me casara con él, supe en lo que me estaba metiendo".

La pareja estaba desesperada por tener hijos y formar una familia, pero Ricky ganó aún más peso, lo que lo hizo imposible. Finalmente, se quedó postrado en la cama de su casa en la idílica isla de Guam.

Cheryl se convirtió en su cuidadora y dijo: "Es como cuidar a un bebé demasiado grande".

Ella sacrificó tener una familia para comprar, cocinar e incluso ayudar a su esposo a ir al baño.

Pero al consumir 10,000 calorías por día, el riesgo de una muerte prematura era obvio.

Temiendo el futuro, Cheryl dijo una vez: "Estaré devastada porque él es mi vida, mi mundo gira en torno a mi esposo". Los médicos de Guam, Estados Unidos y Australia intentaron apoyar a Ricky, pero no pudo perder suficiente peso para la cirugía.

Necesitaba perder al menos 40 kilogramos para allanar el camino para una cirugía gástrica que habría reducido el tamaño de su estómago en un 80 por ciento. Diferentes expertos de todo el mundo les dijeron lo mismo a Ricky y Cheryl, pero nada cambió.

Cheryl se derrumbó y dijo que no podían esforzarse más y, a partir de ahí, el matrimonio se deterioró. Ella explicó: “Había muchas cosas que estaban mal en nuestro matrimonio. La comunicación era una.

“Ricky y yo teníamos habitaciones separadas. Sacrifiqué una vida de tener hijos. Realmente afectó nuestra relación. "Lo amo, sí, pero ya no estaba enamorado de él".

El 10 de noviembre de 2012, Cheryl llamó a los servicios de emergencia después de que Ricky dejó de respirar. Ella dijo que él "tomó algunas pastillas" y no le respondía. Los médicos pasaron una hora y media tratando de revivirlo antes de que lo declararan muerto.

Después de su muerte, su madre dijo: "Ahora está en un buen lugar y tiene toda la comida que quiere y está con su familia". Cheryl decidió mantenerse alejada del funeral y explicó: “La principal razón por la que no asistí a su funeral fue que ya hice las paces con Ricky”.

Fuente: Daily Star