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Serbia y una polémica bandera en su camerino que 'calienta' duelo frente a Suiza

Si bien FIFA no permite las manifestaciones políticas durante el Mundial de Qatar 2022 -como pasó con el escándalo por las cintas de capitán LGTBQ que algunos equipos se vieron impedidos de usar-, algunos seleccionados insisten con las mismas. 

Este parece ser el caso del seleccionado de Serbia, que colgó una bandera en alusión al conflicto con la región de Kosovo y el lema de guerra: "No hay rendición".

La polémica bandera apareció en el vestuario serbio en la antesala del duelo ante Brasil y la misma porta el lema "No hay rendición" ("Nema predaje", en serbio) sobre un mapa de la región de Kosovo, sobre la cual Serbia reclama autoridad y desconoce su independencia. 

El lema es un textual de las palabras del presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, quien aseguró que buscarán la paz con los albaneses de Kosovo, pero que no se rendirán ni tolerarán más persecución.

 

La región de Kosovo declaró su independencia unilateralmente en 2008, pero Serbia todavía la considera parte de su territorio. La frase de Vucic llegó en agosto del corriente año, luego de que se tema por una escalada en el conflicto como consecuencia de nuevas normas en la frontera y la construcción de barricadas en las mismas.

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Serbia vs. Suiza, partido de "alto riesgo" por la presencia de Shaqiri y Xhaka

La aparición de la bandera en el vestuario de Serbia no hace más que calentar la previa del duelo ante Suiza, por la última fecha del Grupo G en Qatar 2022. ¿Por qué? Por la presencia de Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, dos jugadores albanokosovares que militan en el seleccionado suizo. Ambos, incluso, fueron eje de la polémica por claros gestos políticos al celebrar sus goles en el triunfo por 2-1 ante Serbia durante el Mundial de Rusia 2018. 

Xhaka y Shaqiri

Aquella vez, ambos futbolistas celebraron sus tantos haciendo el gesto del águila bicéfala, símbolo que está presente en la bandera de Albania. De hecho, tras el partido, la BBC reportó que medios serbios calificaron a los jugadores como "el clan albanés dentro del equipo de los relojeros" y los acusó de "estar lanzando flechas envenenadas" en la previa del encuentro, algo que claramente apuntaba a una situación provocativa durante el mismo.

Lo concreto es que aquella vez ni Shaqiri ni Xhaka fueron sancionados con suspensiones, pero sí lo fueron con multas: ambos se vieron obligados a pagar 10.000 francos suizos por "infringir el artículo 57 por comportamiento antideportivo contrario a los principios del juego limpio durante la celebración de los goles".

Fuente: TyC Sports