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Rincón Morado: Fuego en la Cueva

El Deportivo Saprissa dio un importante paso al título despachando a su acérrimo rival la Liga Deportiva Alajuelense por un inapelable marcador de 2-0.  El encuentro no dejó la mínima duda de quien fue el justo vencedor; más bien si no es por la estelar actuación una vez más de Leonel Moreira el marcador pudo ser más abultado. 

DRACARYS morado.  Desde mediados de la semana pasada se empezó a escuchar en el ambiente la posibilidad de levantar la restricción sobre el aforo del reducto tibaseño; una serie de reuniones entre el gobierno, la federación costarricense de fútbol y otros entes involucrados, dieron la luz verde para que el ministerio de salud revocara la resolución que existía sobre el estadio Ricardo Saprissa y se pudiera jugar a plena capacidad. 

  

Tal y como era de esperarse, todas las localidades fueron vendidas y la efervescencia que había en el ambiente era máxima; poco importó la lluvia, las kilométricas presas, la afición morada quería hacerse sentir y hacer esa comunión maravillosa que ha llevado en volandas al equipo muchas veces a alcanzar grandes éxitos. 

  

Conforme se iba acercando la hora del partido las palpitaciones iban en aumento y el rugido de una feligresía entregada a su equipo iba contagiando cada rincón de la cueva morada. 

La salida de las escuadras a la cancha fue el momento cumbre para todo aficionado saprissista, la espera de tres años acabó y un grito ensordecedor se apoderó de todo el estadio; numerosas bengalas aparecieron en las graderías con una leyenda que decía DRACARYS (para que quienes no siguen la gran serie de HBO Juego de Tronos, esta palabra significa FUEGO DE DRAGÓN).  Fue un espectáculo digno de un partido de Copa Libertadores, esto sin duda fue una inyección moral para los jugadores morados quienes dejaron todo en la cancha.  

ADN saprissista.  Esta versión Apertura 2022 del Saprissa, es la que todo aficionado morado gusta de ver; un equipo intenso, agresivo en ambas áreas, dejándose el alma en la cancha, pero por sobre todo un conjunto que busca ganar por encima de cualquier cosa.  Si algo ha caracterizado a esta gloriosa institución es su continua sed de victoria y era algo que se había perdido en el camino. 

El regreso de su técnico más laureado mucho ha tenido que ver en recuperar esa estirpe del cual nunca se debió de alejar.  Hay que aplaudir el trabajo de Ángel Catalina con todas las incorporaciones hechas en este semestre; todos y cada uno de los muchachos que se sumaron a la causa tibaseña han hecho que el equipo dé un salto de calidad importante y todos han venido a hacer más fuerte a los morados. 

En este espacio se han destacado muchos nombres propios, pero hoy quiero mencionar a uno que al inicio generó dudas como fue Pablo Arboine; el ex santista tuvo un inicio difícil con un penal cometido y una expulsión, pero luego se asentó con sus gendarmes en defensa (maravillosa línea de tres conforma con Kendall Waston y el DESCOMUNAL Fidel Escobar) y después de conseguir su primera anotación en clásicos ya es uno de los mimados de la afición.

Paso a paso.  Lo primero que debe hacer el equipo es ir partido a partido; el reto que se avecina es titánico, se va a enfrentar al Club Sport Herediano en calidad de invicto y con la pesada loza de no haberlo derrotado en los últimos seis encuentros directos (2 empates y 4 derrotas); los florenses se han convertido en una verdadera piedra en el zapato; sin embargo, por las sensaciones que se ven en la cancha, este puede ser el momento clave para sacudirse de esa hegemonía.  El primer cotejo será nuevamente el estadio Ricardo Saprissa en donde se espera un recibimiento espectacular; ese primer choque va a marcar en gran medida el devenir de la serie.  Si el Saprissa quiere salir adelante y forzar una gran final debe salir airoso de este encuentro con una buena renta de goles y tratando de mantener el arco en cero, pues nuevamente los goles visitantes serán factor de desempate.  Despachado el enconado rival, se vienen las series con otro magnífico oponente que hará lo imposible para evitar que a las vitrinas moradas llegue el cetro 37.

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