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VIDEO: Barcelona derrota 1-0 al Real Madrid en Las Vegas

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Un Barcelona mucho más rodado ganó la noche de este sábado por la mínima a un Real Madrid al que se le notó falto de ritmo. Los azulgranas se valieron del golazo de Raphinha en la primera mitad tras un error en la salida de balón de Éder Militao. 

Debutó Robert Lewandowski como 'culé' y Antonio Rüdiger y Aurélien Tchouaméni lo hicieron con el cuadro blanco. El partido se jugó en Las Vegas (USA). 

La corriente mediática de la previa metió presión al equipo de Xavi Hernández. También la preparación, puesto que llegó a la ciudad de Nevada con dos amistosos más en las piernas. Esta diferencia fue palpable en el verde, sobre todo en los primeros 45'. También las bajas de Carvajal y Benzema y la apuesta de Ancelotti por una medular -quizás- excesivamente física con Camavinga, Valverde y Tchouaméni.

Presionó arriba y con insistencia el Barça. Físicamente, fue notablemente superior a su rival y esto generó excesivos problemas en la salida de balón del Real Madrid. Aun así, fueron los blancos los que primeros asustaron en el 'Clásico' más americano. Valverde, haciendo gala de su potente disparo, estrelló un trallazo en la cruceta de Ter Stegen.

Segundos después de este mini infarto para la parroquia azulgrana, la parada cardiaca se la provocó Camavinga a su afición. Una filigrana en su área propició el posterior robo de Pedri y el consiguiente centro a Ansu Fati. El canterano, que reluce por su facilidad para ver puerta, erró una ocasión con todo a favor en la que buscó ajustar excesivamente al palo.

Rodaje es lo que le falta aún a un Real Madrid al que le ha venido demasiado pronto este 'Clásico'. Excesivas pifias en propio campo que anunciaban una muerte anunciada. En una mala decisión de Eder Militao, un intento de cambiar de banda del brasileño acabó con el esférico en botas de un compatriota suyo. Pero rival. Raphinha recibió solo en la frontal y con la zurda la puso a la escuadra. Imposible para un Thibaut Courtois que voló hasta donde le permitió la gravedad.

Pudo ser también el día de Lewandowski, al que le sacaron un gol casi bajo palos, pero fue el brasileño el que al tirar de la palanca le salió el gran premio de Las Vegas. Quiso reaccionar el Madrid pero lo hizo más con coraje y rabia que con fútbol. Apareció Vinicius en una de sus tantas cabalgadas para generar murmullo en la grada. Lo tuvo que frenar Jordi Alba con una patada que desencadenó una tangana. El 'Clásico' sigue siendo un 'Clásico' con el cartel o no de amistoso. Una simple falacia que sirve para calificar a los encuentros de verano.

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Con la posibilidad de hacer infinidad de cambios, ambos entrenadores apostaron por meter varios suplentes tras el descanso. Acertó Ancelotti al introducir a su trío entente Modric-Casemiro-Kroos, que le dio otro aire a la medular. Menos recorrido y físico, pero más visión y tranquilidad a la hora de mover la pelota. Creció la escuadra 'merengue' pero Aubameyang -que salió por Lewandowski en el segundo acto- apareció con un cabezazo para quedarse a centímetros de hacer el segundo de los 'culés'.

Entró el choque en un tramo lento y lleno de imprecisiones. Ninguno de los dos conjuntos era capaz de imponer su juego y se perdió el buen ritmo que sí existió en el primer tiempo. Asensio tuvo la oportunidad de igualar la contienda, pero desaprovechó una gran asistencia de Lucas Vázquez al rematar fuera dentro del área. Tampoco acertó un Kessié que volvió a merodear el área rival con mucha frecuencia. Aquí sí que apareció el santo Courtois para demostrar que lo del pasado curso no fue casualidad.

Fue el belga el protagonista de la recta final. El arquero sacó dos manos sobresalientes a un Dembélé que pudo irse con un doblete de Las Vegas y meterle presión a su competidor por la derecha Raphinha. Dest también sucumbió ante la imponencia del gigante cancerbero con un trallazo desde la frontal. Estaba más cerca el 0-2 que el 1-1, pero con Courtois en portería también era complicado vislumbrar una diana a favor de los 'culés'.

Pitó el final el colegiado y el Barça sumó su segundo triunfo consecutivo de pretemporada. Aprovechó sus virtudes y físico para imponerse al eterno rival. El equipo de Xavi Hernández demostró que sigue dando pasos hacia el objetivo y los pupilos de Ancelotti, que aún les falta mucho minutaje sobre el verde. Un simple test que no sirve para sacar conclusiones ni es recomendable hacerlo, pero que si un equipo tenía sobre sí la presión de ganar era el de la Ciudad Condal. Tiró de la palanca y se llevó el premio de la ciudad del juego y del azar.